Esta veinteañera de muy buenas curvas se ha quedado sin auto en plena carretera por eso pide que la lleve este chaval, el cual no desaprovecha la ingenuidad de la joven y empieza a tocarle las nalgas y las duras tetas. Como la guarra está también deseosa de gozar de una buena polla dentro de su coñito y el que la follen en plena avenida la humedece más, accede complacida, entregándole su coñito al chaval como recompensa por llevarla.